viernes, 26 de octubre de 2007

Por qué invertir en biotecnología forestal?

La Revista del Campo ofrece hoy un artículo escrito por Aldo Cerda, de Fundación Chile, donde se refiere a la industria forestal y a la conveniencia de emplear la biotecnología en este sector de nuestra economía para hacerlo más competitivo. El texto dice:

Por qué invertir en biotecnología forestal

El sector forestal, al igual que el agrícola, está fuertemente influido por los ciclos de la naturaleza. Los bosques, con su crecimiento lento y silencioso, ponen una perspectiva distinta a las urgencias de otros sectores. Sin embargo, en la última década, el desarrollo de la biotecnología ha demostrado que puede revolucionar el mapa de la competitividad forestal.

En Chile el pino radiata representa más del 70% de las plantaciones de interés económico, y crece en promedio 20 m3/ha/año. Considerando la inmovilización del terreno, los costos de plantación, manejo y administración marginal, y una tasa de interés del 8%, este crecimiento se traduce en que el costo económico de formación de madera no supera los 35 US$/m3. Si por efecto de los avances en biotecnología se logra que las plantaciones crezcan 25 m3/ha/año - una meta perfectamente alcanzable hoy- , el costo de formación se reduce a 23 US$/m3. Si por el contrario consideramos los rendimientos de las coníferas en las plantaciones del sudeste de Estados Unidos, 15 m3/ha/año, su costo de formación se eleva a más de 90 US$/m3.

Si la madera representa entre el 45% y el 75% de los costos directos de producción de la industria forestal primaria (madera aserrada, celulosa y papel, tableros), las cifras anteriores revelan nítidamente por qué a nivel mundial la industria se está desplazando del hemisferio norte al sur (Chile, Brasil, Argentina, Uruguay, Sudáfrica y en menor medida Nueva Zelandia y Australia), y también la razón de la masiva inversión en biotecnología de los productores americanos, que ya disponen de ensayos de campo con rendimientos superiores a la media chilena.

El cuadro anterior ilustra la urgencia y la oportunidad para Chile de invertir socialmente en biotecnología. Ahora, cuando se trata de transferencias y adaptaciones tecnológicas menores existen espacios de oportunidad para muchos actores y las líneas de apoyo público son adecuadas. Pero cuando se trata de competir en serio, con actores globales y entendiendo y dominando los aspectos centrales de la genómica de las especies de interés comercial para Chile, el espacio se reduce a pocos representantes y con recursos menos atomizados que en el pasado. Por eso es de toda lógica la ambiciosa apuesta que Corfo, Conicyt y FIA emprendieron antes de la creación del Consejo Nacional de Innovación y Competitividad, en el sentido de favorecer la "consorciación" de los actores clave en este ámbito en Chile (las principales empresas forestales - Arauco y CMPC- , la Universidad de Concepción - con su bien concebida propuesta del Centro de Biotecnología- , la Fundación Chile - con una década en I+D y transferencia en biotecnología forestal y agroalimentaria- , y Cefor - el canal empresarial de la Universidad Austral para transferir avances a pequeños y medianos propietarios.

Con un presupuesto de más de US$ 5 millones para un quinquenio; con redes internacionales de excepción, en especial con el consorcio gestionado por la U. de Carolina del Norte; con un programa de trabajo diseñado con un enfoque de demanda, que es lo que la industria nacional necesita prioritariamente, y no de oferta, como quieren los investigadores; con un gobierno corporativo privado con amplia experiencia en accountability de plazos, hitos y uso eficiente de recursos, y con socios públicos - en este caso Corfo- con apoyo y visión de largo plazo para un tema que repercutirá operacionalmente en nuestra competitividad en dos décadas más y de ahí adelante; queda claro que para el Bicentenario existirá un escrutinio intenso de lo que fuimos capaces de construir en este período, y estoy seguro de que no fallaremos a este programa-desafío-país.

No hay comentarios: